Este es un error, de los más famosos de la filatelia de Guatemala, que corresponden a la serie de 1,881, que es conocida mundialmente como “el quetzal pequeño”. Se trata de algunos, escasos, ejemplares, que vieron la luz con la imagen de la pequeña ave invertida. La historia de este error y su descubrimiento no deja de ser extraordinaria, exagerada e inverosímil. En 1,881 el Gobierno de Guatemala encargó a la firma American Bank Note una serie de cinco valores con el motivo del ave. La imprenta norteamericana imprimió los sellos en dos fases: primero el centro, con la imagen del quetzal, y después el marco. Pero algunos pliegos entraron en máquinas invertidos para recibir la segunda impresión, lo que dio lugar a los famosos errores, descubiertos años más tarde.
La serie del quetzal había salido a la venta en noviembre de 1,881. Sin embargo, un ingeniero británico, Charles Parker, ofreció al Gobierno guatemalteco imprimir una nueva serie a sus expensas. Imponía tres condiciones:
1. Los sellos vigentes del quetzal fueran desmonetizados y retirados de la venta.
2. Utilizaran mientras tanto unos sellos provisionales.
3. Contra entrega de la nueva emisión sufragada por él, que se le entregaran todos los sobrantes del “quetzal” y de los provisionales interinos.
Los motivos subyacentes en tan singular acuerdo no han sido aclarados hasta hoy. Pero lo cierto es que el trato se cumplió en todos sus extremos.
Tan pronto como Parker entregó los nuevos sellos en 1,886, recibió en compensación todos los sobrantes de la emisión de 1,881 y los provisionales pendientes de venderse. Con el tiempo este lote fue vendido o llegó a manos de un comerciante filatélico de Nueva York llamado H.L. Calman, que se sospecha estuvo todo el tiempo tras la operación de Parker, quien pudo actuar como agente suyo. Al revisar su nueva adquisición, Calman descubrió varios pliegos de los valores de 2, 5 y 20 centavos de los “quetzales” con el centro invertido. ¿Sospechaba su existencia antes de sugerir el arriesgado trato? Sea como fuere, estos rarísimos ejemplares con el centro invertido, algunos en parejas y bloques, son auténticas joyas de la filatelia guatemalteca.
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